El otoño arranca tímidamente. Las hojas van a enfermar, sus sombras serán los fantasmas de su corta vida. Dejaremos atrás los días de playa en los que podíamos tirar al mar los mensajes menos esperanzadores, dentro de cualquier botella. Dejaremos atrás las amistades de nuestra tierra. Aunque existe Internet, una carta, muy de vez en cuando, alegra el rostro de ellas. Por sorpresa, en ellas encontrarán recuerdos de infancia o adolescencia. Empezando por los más remotos, o los más dulces... Son ya tantos, que no habría papel suficiente para narrarlos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario