lunes, 12 de septiembre de 2011

Lo que un árbol tiene que oír...



- No llegamos a clase. ¿Vamos directamente a Faustino?
- Pero tú pagas mi pincho.

- Mañana me sacan las muelas del juicio. ¿Tú crees que puede doler mucho?



- ¡Apresura el paso, que con este ritmo me duermo!
- ¡Nunca más corro contigo! Si es que llego vivo...

- ¡Corre, Baldo!


- ... y me ha invitado a un café mañana por la tarde.


- Recomiéndame un libro, pero que sea delgado. Se me ha pasado por la cabeza leer...


- Creo que me voy a saltar la clase de 1 para estudiar.


- Por favor, ¡que no empiece a jarrear antes de que lleguemos a casa! Pamplona y su microclima...

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